Girona, situada al norte de España, alberga un barrio judío bien conservado, antiguas calles sinuosas y una muralla medieval transitable. Todos esos atractivos junto con sus espacios verdes, edificios coloridos y su clima, hacen de Girona una parada obligada.

El casco antiguo de Girona (Barri Vell) se encuentra junto al río Onyar. Este barrio alberga algunos de los sitios históricos más populares y mejor conservados de Girona. Ideal para perderse y pasear, lleno de arquitectura medieval, coloridas casas antiguas y puentes pintorescos.

Su histórica basílica gótica es llamativa y difícil de pasar por alto. Fue la primera catedral de Girona y siguió siendo la única hasta el siglo X. Más allá de la impresionante arquitectura, la catedral alberga obras de arte históricas, incluida una escultura de Cristo del siglo XIV, así como sarcófagos cristianos que datan del siglo IV.

Para probar una experiencia de otra época, hay que visitar sus baños árabes. Datan del 1194. Su estilo románico se inspiró en baños romanos y árabes y se construyeron en respuesta al crecimiento de la población de la antigua Girona y la necesidad de mejorar la higiene.