Es una provincia sin costa, pero a esa ausencia la compensa una gran variedad de sierras como las de Cazorla o Andújar, entre otras.

En estos paisajes de escarpadas montañas y vegetación mediterránea se sitúan numerosos pueblos con encanto, con servicios para visitantes y empresas dedicadas al turismo activo y la aventura.
También destacamos la Campiña y el resto de tierras más llanas, dominadas por un mar de olivos. De hecho, el aceite de oliva es el ingrediente principal de su gastronomía, deleita al visitante con productos y recetas en los que el sabor de la tradición está muy presente.
Cabe mencionar la aparición del Oleoturismo (turismo basado en el aceite).

La oferta es tan amplia, que la Diputación la reunió bajo la marca »Oleotour Jaén», una guía de almazaras, restaurantes, cortijos, spas, museos, alojamientos y rutas como la Vía Verde del Aceite.